Nuestro cuerpo se prepara cada mes para un posible embarazo, mediante el desarrollo de los gametos femeninos y una serie de cambios fisiológicos: es el proceso que conocemos como ciclo menstrual. Conocer cómo funciona el famoso ciclo, te cambiará la vida.
El ciclo menstrual consta de tres partes: la fase folicular, en la que nuestro cuerpo produce muchas hormonas folículo estimulantes para que los ovocitos maduren; la fase de ovulación, cuando se selecciona el ovocito más maduro y se expulsa hacia el ovario descendiendo por las trompas de Falopio (donde se fecundará si hay embarazo) hasta llegar al útero; y la fase lútea, en la que el folículo que contenía el óvulo en el ovario sigue produciendo progesterona para preparar el útero para un posible embarazo. Si la fecundación del óvulo no se produce, al final de esta fase se desprenderá el revestimiento del útero en un proceso llamado menstruación que da comienzo a un nuevo ciclo.
La menstruación forma parte del día a día de las mujeres durante gran parte de su vida. Nos acompaña desde la adolescencia hasta aproximadamente los 50 años, al llegar la menopausia. ¿Cómo puede ser, entonces, que haya tanto desconocimiento acerca de este proceso que experimentamos cada mes?
Desde Eudona, queremos romper con esta desinformación y daros las claves para que entendáis este ciclo que experimenta nuestro cuerpo mensualmente, y que os va a otorgar grandes ventajas como, por ejemplo, conocer cuáles son los días más fértiles del mes, es decir, aquellos en los que hay una probabilidad de embarazo mayor.
Aumenta el riesgo de embarazo
El comienzo: la maduración del óvulo
¿Qué puede pasar después de la ovulación?
Si no hay fecundación… El sangrado

Aumenta el riesgo de embarazo

No te extraña oír en las noticias que cada vez son más jóvenes a la hora de iniciarse en las relaciones sexuales, la edad es cada vez más temprana y con esto, aumentan los embarazos no deseados en jóvenes. ¿Porqué? Generalmente es por puro desconocimiento. La mayoría de mujeres no son conscientes de cuándo son sus días más y menos fértiles, el calendario de ovulación, ni tienen cuidado sobre si la regla les viene el día que tocaba. En muchas ocasiones tienen relaciones sin protección y como consecuencia, la realidad, el riesgo de embarazo aumenta. Para evitar estas situaciones, es imprescindible conocer bien el funcionamiento de nuestro ciclo menstrual. ¡Abran sus agendas!

El comienzo: la maduración del óvulo

Las mujeres tenemos la regla porque, cada mes, nuestro cuerpo se prepara para un posible embarazo. El proceso empieza cuando los ovarios maduran un único óvulo –es la llamada ovulación– y fabrican hormonas (estrógenos, progesterona y testosterona). Estas hormonas se encargan de producir en el útero y en el resto de órganos sexuales los cambios necesarios para una posible gestación.
El llamado ciclo ovárico comienza con el primer día de la regla, y a lo largo de los 14 ó 15 días siguientes, el útero se prepara para recibir al óvulo fecundado. Entre el día 12 y 16 del ciclo, en el caso que el óvulo se encuentre con un espermatozoide durante el trayecto por la trompa de Falopio, tendrá lugar la fecundación. Se formará entonces el preembrión, que llegará al útero 3 o 4 días después de la fecundación. Una vez en el interior del útero, se instalará allí: es lo que conocemos como implantación. En este momento, se inicia el embarazo.
Si el óvulo no llega a encontrarse con ningún espermatozoide en las 12 horas siguientes a su llegada a la trompa, se acabará perdiendo 48 horas después de la ovulación. Del mismo modo, los espermatozoides estarán activos en el interior del útero y las trompas durante 2 ó 3 días.

¿Qué puede pasar después de la ovulación?

La ovulación es el proceso que se produce normalmente una vez en cada ciclo menstrual y en el que un ovario libera un óvulo. Suele producirse de 12 a 16 días antes del inicio del siguiente período, entre las 24 y las 36 horas posteriores al aumento de la hormona luteinizante (LH).
La fecundación del óvulo liberado solo puede producirse, como máximo, 12-24 horas después de la ovulación, teniendo en cuenta que el esperma puede permanecer activo hasta tres días.
Si el óvulo es fecundado durante la ovulación, generalmente, será el inicio de un embarazo. Si esta fecundación no se produce, se eliminará la pared del útero mediante la menstruación y volverá a empezar otro ciclo.

Si no hay fecundación… El sangrado

Cuando no se produce la fecundación, nuestro cuerpo hace que descienda la cantidad de progesterona que fabricamos. Esto suele pasar 14 días después de la ovulación, y es entonces cuando tenemos la regla: el útero, que se estaba preparando para recibir al futuro embrión, se descama produciendo el sangrado menstrual.
Este sangrado, mundialmente conocido, suele durar unos cinco días, aunque puede ser un proceso más largo o más corto, dependiendo de cada caso.
¿Te has quedado con lo más importante? Si conocemos nuestro ciclo, y este es regular –se considera ciclo regular cuando dura entre 24 y 35 días- los días en los que tenemos una mayor probabilidad de embarazo son las 48 horas previas a la ovulación: entre el día 12 y 16 del ciclo.
Hay muchos números importantes que memorizar aquí pero es importante llevar un control del calendario menstrual para conocernos, saber que existen los llamados ciclos de ovulación y sus posibles síntomas. Si te ha quedado alguna pregunta, puedes hacérnosla contactando con el centro de coordinadoras de Eudona.