Los óvulos vaginales son unas pequeñas cápsulas sólidas en forma ovalada que contienen medicamentos y se administran a través de la vagina. Se emplean para tratar diversos tipos de patologías ginecológicas como infecciones (una de las más comunes, la candidiasis); también en tratamientos hormonales durante la menopausia o de reproducción asistida; con probióticos para regular la flora vaginal; o con sustancias cicatrizantes tras cirugías.

Los óvulos se introducen en la vagina con los dedos o con un aplicador, de tal manera que queden lo más dentro posible para que el medicamento haga efecto directo sobre el problema. Una vez dentro de la vagina, se funden lentamente gracias al calor corporal.

Hay una serie de pautas que tener en cuenta cuando estamos siguiendo un tratamiento de este tipo: lo mejor es usarlos por la noche; proteger la ropa interior por si saliera algo del excipiente al exterior; evitar usarlos durante la regla (siempre siguiendo las instrucciones del médico); en caso de que sean necesarios durante la menstruación, no usar tampones; y no mantener relaciones sexuales a lo largo del tratamiento.

El embarazo es un periodo en el que tampoco es recomendable su uso, aunque, de nuevo, todo dependerá de lo que paute el médico. Eso sí, es importante tener en cuenta que, si finalmente es necesario su empleo, no deben administrase con el aplicador que algunos llevan.

¿Qué son los óvulos vaginales?

Los óvulos vaginales son unas pequeñas cápsulas sólidas en forma ovalada que contienen medicamentos y se administran a través de la vagina. Se emplean para tratar diferentes alteraciones como infecciones, por ejemplo, por hongos (candidiasis); favorecer la flora vaginal con bacterias vivas; regularizar el PH vaginal; o en tratamientos hormonales.

Además del medicamento, en su composición se incluyen aceites vegetales que ayudan a una disolución rápida una vez que se han introducido en la vagina. Su uso puede resultar muy útil porque este tipo de medicina tiene la ventaja de que actúa directamente en el origen del problema, por lo que no pierde su eficacia al no pasar por el estómago ni el torrente sanguíneo. Además, puede tener menos efectos secundarios.

Para qué sirve el uso de óvulos vaginales

Los óvulos vaginales no son muy conocidos entre mujeres que nunca han sufrido una infección, por ejemplo, debido a hongos vaginales (candidiasis). En cambio, quienes han padecido una alteración de este tipo saben que los óvulos son un remedio eficaz que ayuda tanto al alivio de los síntomas como a su curación.
Este tipo de medicamento se usa en muchas ocasiones para tratar patologías ginecológicas variadas, como las siguientes:

• En casos de infección. Se usan óvulos con antibióticos que eliminan las bacterias que provocan la patología. También se utilizan para combatir los hongos, las inflamaciones y regenerar la mucosa de la vagina.
• Con hormonas. Hay óvulos que contienen hormonas y que se recetan a las mujeres que están en atravesando la menopausia. Con ellos se pretende aliviar la sequedad, irritaciones, la falta de elasticidad y, al mismo tiempo, ayudan contra las infecciones y los síntomas de atrofia urogenital. Estos óvulos con hormonas también se administran a mujeres que están siguiendo un tratamiento de reproducción asistida.
• Con probióticos. Existe otro tipo de óvulos vaginales que contiene probióticos, es decir, que están compuestos de bacterias vivas beneficiosas para la flora vaginal y que ayudan a regular el PH natural de la vagina en el caso de infecciones recurrentes o como tratamiento preventivo clave para evitar la proliferación de hongos, virus o bacterias.
• Cicatrizantes. Se emplean tras procedimientos quirúrgicos.

El uso de óvulos vaginales no suele ser recomendable en la etapa del embarazo, pero las embarazadas suelen ser propensas a este tipo de afecciones, por lo que, en caso de ser necesario, el especialista puede pautarlos, aunque es recomendable colocarlos sin el aplicador que llevan en algunos casos.

¿Cómo aplicar los óvulos?

Como hemos comentado anteriormente, los óvulos vaginales son unas pequeñas cápsulas sólidas en forma ovalada que contienen medicamentos y se administran a través de la vagina. Se pueden poner introduciéndolos con los dedos o, si lo llevan, con un aplicador, en ambos casos intentando que queden lo más dentro posible. Por normal general, están elaborados con una base de aceite vegetal sólido que lleva el principio activo. De esta manera, el óvulo se deshace progresivamente y el contenido se libera en la vagina.

Los óvulos tienen forma de supositorio y su aplicación relativamente sencilla, aunque las primeras veces puede generar algunas dudas. Sin embargo, lo mejor es relajarse y seguir unas pautas muy simples:

1. Lo primero, leer el prospecto
2. Después, muy importante, lavarse las manos antes de manipular el óvulo
3. Sacarlo del envoltorio
4. Si hay aplicador y se desea usar, colocarlo de la manera que indiquen las instrucciones
5. Sentarse o tumbarse con las piernas dobladas y separadas
6. Insertar el óvulo con los dedos o el aplicador en el interior de la vagina lo más dentro que se pueda
7. Retirar el aplicador
8. Para terminar, lavarse de nuevo las manos

Una vez dentro de la vagina, el óvulo se funde lentamente gracias al calor corporal y, en ocasiones, se nota cierta pérdida de su composición al exterior. Aunque no hay problema en ello: lo que se escapa es el excipiente (los aceites), no el medicamento.

Qué hay que tener en cuenta cuando se utilizan

Como hemos visto, los óvulos son unos medicamentos fáciles y seguros de usar con unas sencillas pautas. Sin embargo, veremos a continuación algunas cosas que hay que tener en cuenta durante el periodo en que sigamos este tratamiento:

1. En primer lugar, seguir las recomendaciones/prescripciones del médico y las instrucciones del propio medicamento.
2. Utilizarlos preferentemente de noche, y así aprovechar las horas en la cama para que el óvulo se deshaga.
3. Usar un protector tanto si lo usamos de día como de noche para evitar manchar la ropa interior.
4. No es recomendable usarlos durante la menstruación, a no ser que lo prescriba un profesional, ya que podría perder su eficacia al disolverse antes en la sangre y, además, podría darse la posibilidad de que se acabe expulsando.
5. Aun así, si se usan los óvulos durante la regla, deben evitarse los tampones.
6. Los óvulos vaginales con medicamentos tampoco suelen estar indicados en mujeres embarazas, pero el médico debe valorar si son necesarios y cómo administrarlos.
7. En ningún caso, durante el embarazo, deben colocarse con el aplicador.
8. Durante un tratamiento con óvulos vaginales no se deben mantener relaciones sexuales debido a que reducen la eficacia de algunos métodos anticonceptivos como el preservativo.
9. Asimismo, tener sexo puede empeorar los síntomas que estén tratando los óvulos.
10. Por último, es necesario tener presente las alergias al medicamento o al óvulo en sí, ya que hay algunos, como el de progesterona, contienen alérgenos.

Los óvulos vaginales son medicamentos que se administran en forma de supositorio ovalado por vía vaginal. Se usan principalmente para tratar patologías ginecológicas de manera más directa, sin necesidad de que el medicamento pase por el torrente sanguíneo o el sistema digestivo, de tal manera que es más efectivo y rápido.

Está indicado en infecciones por hongos (como es el caso de la candidiasis), virus y bacterias; para tratamientos hormonales durante la menopausia o de en reproducción asistida; para regular la flora vaginal mediante probióticos; o con sustancias cicatrizantes tras intervenciones quirúrgicas.

Una vez dentro de la vagina, donde se introducen con ayuda de los dedos o con un aplicador, se deshacen gracias a su composición de aceites vegetales que se funden con el calor corporal y el medicamento se distribuye para solucionar el problema. En esta fase es importante saber que es posible que parte del excipiente, es decir, los aceites que le dan consistencia, salga al exterior, por lo que es recomendable usar protectores para la ropa interior y, en la medida de lo posible, usarlos por la noche.

En el caso de que las mujeres estén con la menstruación, es recomendable no utilizar los óvulos vaginales, ya que perderían eficacia, pero si son necesarios (siempre bajo supervisión médica), es importante no simultanearlos con los tampones. Igualmente deben evitarse las relaciones sexuales durante un tratamiento de este tipo porque podrían dañar anticonceptivos como el preservativo.

Por último, los óvulos vaginales con medicamento no están indicados en la etapa del embarazo, aunque si el médico los pauta por necesidad, siempre habrán de colocarse con los dedos, evitando el aplicador.