¿Sabías que las probabilidades de padecer una infección vaginal aumentan un 50% en la temporada estival debido al incremento del calor y la humedad?
La temporada veraniega se acerca. Sacamos los capazos, los pareos, los bikinis… ¡Por fin ha llegado el verano y el calor! Momentos de playeo,  de piscineo, de activar el modo ON de las vacaciones y con ello, de cambiar nuestros hábitos de vida, incluida la alimentación, horarios de comida, de sueño. Todo esto, claro que tenía que tener su parte negativa, es que hace que exista una mayor propensión que suframos infecciones y con ellas, la aparición de hongos en nuestra zonas íntimas. Con lo que, ¡atentas!

¿Cómo saber si tengo infección?

En la mujer lo habitual son los picores y enrojecimiento en la zona de la vagina. Algunas veces se puede sentir ardor al orinar, incluso se puede confundir a veces con la infección de orina ya que los síntomas se parecen. Se suele notar también un aumento del flujo o secreción vaginal más espesa de color blanquecino y textura grumosa como de requesón o leche cortada.

¿Cómo se trata?

El tratamiento de la sintomatología suele realizarse mediante óvulos vaginales y crema antifúngica. En casos de resistencia y/o infecciones recurrentes, es necesaria terapia vía oral.
Es importante saber que todo lo que pica, no tiene por qué estar causado por hongos. Estos síntomas también pueden presentarse asociados a otro tipo de infecciones del área genital.

Consejos de prevención e higiene

Los hongos adoran la humedad y el calor, y por tanto, cualquier ambiente de estas características favorecerá su sobre crecimiento. Lo más efectivo para evitar la aparición de hongos es iniciar acciones preventivas como:

  1. Mantener la zona limpia y seca. Intenta no quedarte con el bañador húmedo en la playa y dúchate cuando llegues a casa.
  2. Lavarse la zona una vez al día será suficiente, ya que abusar de la higiene íntima, provocaría la desaparición del resto de microorganismos beneficiosos y favorecería el crecimiento de los patógenos.
  3. Utilizar ropa de tejidos naturales (braguitas de algodón) ayudará a no mantener la humedad de la zona.
  4. Evitar baños muy calientes y prolongados.
  5. Evitar el uso de antibióticos de forma masiva y continuada en el tiempo.
  6. Mantener unos hábitos de vida saludables. Evitar en lo posible el consumo de azúcar blanco, bollería industrial (los azúcares son el alimento principal de los hongos y por tanto favorecen su crecimiento), bebidas alcohólicas (disminuyen las defensas del cuerpo) y quesos curados (tienen un alto contenido en levaduras). Sería conveniente el consumo de vegetales frescos y germinados, el ajo y alimentos probióticos como algunos yogures.
  7. La posible carencia de hierro o zinc puede predisponer también a padecer micosis.

El equipo Eudona lo conforman profesionales médicos que pueden asesorarte. Recuerda que si piensas que tienes alguna infección, lo mejor es que veas a tu ginecólogo.