Hoy nos hemos propuesto darle más importancia a las cosas positivas que nos rodean ¿quieres saber cómo?

Cuestión de optimismo

Y si tuviéramos un ángel de la guarda que nos tuviese preparado el desayuno cada mañana y nos pusiese sábanas limpias cada noche para dormir… Conoces esa sensación, ¿verdad? Algunos expertos, especialistas en las emociones, llaman a esos momentos, “Momentos mágicos”. Qué bonito, ¿no? Para algunas, puede ser una taza de un buen café recién hecho, para otras, un atardecer, el momento sofá-manta de los domingos por la tarde. Los hay de todos los colores. ¿A que, cuando pensamos en estos momentos, se nos alegra la cara y sonreímos?… Se trata de darle más importancia a todos esos momentos de nuestro a día. Más allá de las clases, el estrés de los exámenes, el trabajo… Muchas veces no nos damos cuenta de lo que pasa. No prestamos importancia. ¿A que te da un chute de energía cuando un desconocido te sonríe por la calle?

Cuando sonríes aumenta tu bienestar

No hace falta repetirlo, tu madre seguro ya se habrá cansado de hacerlo. La risa va más allá del estado de ánimo. ¿Sabías que existe el día mundial de la sonrisa? Se celebra cada año el primer viernes del mes de octubre…. Para celebrar un día la importancia del mero acto de sonreír, no únicamente como expresión dirigida a otra persona, sino también como forma de comunicarnos con nosotros mismos. Bueno, debes saber que no solo son tus padres, los estudios demuestran que sonreír nos ayuda a ser más agradables con los demás y a conseguir con mayor facilidad nuestros objetivos.
A saber: no querrás sumarte a la cola de las pesimistas, ¿no? Estados Unidos por ejemplo es un país donde el optimismo está recompensado. Seguro que ya has vivido muchas situaciones de la vida que luego piensas que tendrías que habértelas tomado de otra manera. Puedes practicar el decir “sí, está bien” y pensar “me conformo”.  Intentar verlo con otros ojos.

 Sentirse bien

Sentirse seguro con nosotros mismos y con las relaciones con los demás no se consigue de un día para otro, claro que no, pero poco a poco vas sembrando y escogiendo cómo quieres ser, qué estás dispuesta a dar. Te acuerdas cuando tus padres y tus amigos te preguntaban, ¿qué quieres ser de mayor? Se trata de tener sueños y objetivos y no dejar de cumplirlos.  Este ejemplo se podría convertir en ¿qué vas a hacer estas vacaciones? Todas estas cosas son las que nos generan e impulsan nuestra motivación y fuerza interior, y es lo que mejor podemos tener en nuestro a día a día.