El flujo vaginal es un tema que ha traído de cabeza a muchas mujeres durante toda la historia, por lo menos en algún momento de su vida. Sus variaciones en aspecto, color o cantidad son características que preocupan si no se tiene el conocimiento necesario al respecto. Para evitar esta preocupación innecesaria en muchos casos, es esencial entender la diferencia entre flujo vaginal y lubricación.
Todas las mujeres desprendemos una especie de líquido blanco mucoso por la vagina en cantidades distintas dependiendo del día. ¿Sabrías diferenciar cuándo hablamos de lubricación y cuándo de flujo vaginal? Parece el mismo líquido, pero no son lo mismo y hay que saber diferenciarlo para no asustarse cuando aparece en algunos momentos determinados.
Es importante como mujer, conocer su cuerpo y las cosas que le suceden para poder detectar posibles patologías o problemas con tiempo, y así poder actuar antes de que éstas avancen o empeoren. Sigue leyendo y conoce los consejos que te permitirán diferenciar entre estas dos sustancias tan parecidas: el flujo vaginal y la lubricación.

Aunque es posible pensar que se pueda tratar del mismo fluido, lo cierto es que cumplen funciones muy diferentes

¿Que es el flujo vaginal?

Por un lado, el flujo vaginal es el líquido producido constantemente en la vagina con el fin de limpiarla y humidificarla ayudando también a combatir infecciones. Seguro que te habrás dado cuenta que tanto su color como la textura y la cantidad va cambiando a lo largo de tu ciclo menstrual debido a los cambios hormonales.
Sin embargo colores verdosos o grisáceos, texturas parecidas al requesón, olores desagradables o quemazón en la zona pueden avisarte de que existe algún problema, por lo que siempre es mejor que acudas al ginecólogo lo antes posible para que te ayude a solventarlo.

¿Por qué y cómo lubrica nuestro cuerpo?

En cambio, durante las relaciones sexuales y como consecuencia de la excitación sexual femenina tiene lugar un aumento de producción del líquido vaginal que conocemos como lubricación sexual.
Ésta se debe al aumento del riego sanguíneo y ayuda a facilitar la penetración y a mantener un pH neutro para facilitar la supervivencia de los espermatozoides en la vagina.
En algunos casos, la falta de lubricación sexual puede conllevar molestias e insatisfacción durante tus relaciones sexuales. Una baja lubricación podría ser debida a alteraciones hormonales, a infecciones, al estrés, al alcohol, al tabaco o a la toma de ciertos fármacos.
Para poder aumentar la lubricación sexual te recomendamos mantener una buena higiene genital, prolongar el periodo de juegos preliminares en las relaciones sexuales o el uso de lubricantes vaginales para evitar las molestias durante la penetración.

¿Cómo podemos diferenciar el flujo vaginal de la lubricación natural?

Como ya has podido comprobar, el flujo vaginal y la lubricación se diferencian en su origen y su función, principalmente. El flujo aparece siempre sin poderlo controlar cumpliendo la tarea de protección ante microorganismos que pueden ser dañinos para nuestro cuerpo, y la lubricación, por norma general, se produce de forma natural durante la excitación sexual para facilitar la penetración y mantener un correcto nivel de pH.
Sin embargo, ¿cómo podemos diferenciarlos a simple vista?
No es tarea fácil, es cuestión de observarte y conocer tu cuerpo. Generalmente, la lubricación se diferencia del flujo vaginal en que el primero es un líquido mucho más resbaladizo y que suele aparecer en mayor cantidad, en parte debido a la función que tiene que cumplir. Sin embargo, las cualidades del flujo varían de una persona a otra dependiendo de factores como las hormonas o las emociones. No es una ciencia exacta, pero con el tiempo y la información necesaria, conseguirás distinguirlos con facilidad.

¿Qué funciones tienen en nuestro cuerpo?

Así como a simple vista pueden parecer ambos el mismo tipo de flujo o parecido, las funciones que cumple cada uno están muy diferenciadas.
Respecto al flujo vaginal, su principal función es la de mantener limpia y húmeda la vagina, así como actuar como un antibiótico natural que la proteja frente a infecciones u otro tipo de enfermedades. Además, actúa también como síntoma en algunas patologías del aparato reproductor femenino. El flujo vaginal experimenta variaciones en sus características a lo largo del ciclo menstrual de una mujer, sin embargo, hay ciertos aspectos que indican que algo va mal. Los cambios que pueden indicar un problema incluyen el aumento en la cantidad de flujo, un cambio en el color o el olor del mismo, e irritación, picazón o ardor en la vagina o alrededor de ella.
La función que tiene la lubricación en nuestro cuerpo es la de ayudar a facilitar la penetración del pene en la vagina, así como mantener un pH neutro para facilitar la supervivencia de los espermatozoides en la misma.
Los problemas de lubricación y flujo vaginal generan muchas preguntas por parte de todas las mujeres. ¡Que levante la mano la que no haya tenido alguna vez dudas o problemas relacionados con estos fluidos! Hablar de este tema ha constituido durante mucho tiempo algo indecoroso o vergonzoso, pero desde Eudona queríamos romper este tabú y explicar las diferencias entre el flujo vaginal y la lubricación. Creemos que es muy importante conocer nuestro cuerpo para poder prevenir enfermedades o infecciones.
Así, esperamos que este artículo te haya servido para conocer un poco más tu zona femenina y los procesos internos que tu cuerpo experimenta. Si tienes alguna duda sobre este tema o algún otro relacionado con ginecología o salud sexual el equipo médico de Eudona estará encantando de ayudarte.