¿Sabías que nuestra situación sentimental, los antecedentes médicos o incluso nuestro estilo de vida determinan cuál es el anticonceptivo que más nos conviene?

No todos los anticonceptivos son iguales

En efecto, no todos los métodos anticonceptivos son iguales y sino, que se lo digan al ginecólogo que tiene que ir actualizando el curso en las técnicas más avanzadas. No sabremos qué métodos inventarán mañana pero podemos explicarte con detalle lo que puedes encontrar, aunque como siempre, cuando quieras empezar uno, haz la llamada al médico.  Hoy en día existen una gran variedad de opciones cada vez más sofisticadas para evitar el embarazo y algunas, además, te protegen contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS). A medida que te haces mayor verás que el sistema anticonceptivo que elijas puede ir cambiando según tus circunstancias, pasas de soltera a casada o de casada a soltera, tu estilo de vida cambia o tus antecedentes médicos pueden variar… Todo cuenta y lo importante es que tengas claro que lo importante es ser consciente del uso de alguno de los métodos.
A continuación te explicamos todas las posibilidades que tienes a tu disposición para que puedas elegir la que mejor se adapta a tu situación:
1 – Métodos anticonceptivos hormonales: como la píldora
Los anticonceptivos hormonales son el método más recomendado para mujeres jóvenes, sanas y no fumadoras. Como no protegen contra las ETS, su recomendación se dirige especialmente a las parejas estables.
Existe una gran variedad de anticonceptivos hormonales. Entre los más utilizados destaca la comúnmente llamada píldora: una pastilla diaria que se toma vía oral durante 21 días con 1 semana de pausa o bien durante 24 días con 4 días de pausa.
Otro de los anticonceptivos hormonales cada vez más utilizados es el anillo vaginal, que se coloca en la vagina una vez al mes durante tres semanas. Su acción es muy similar a la píldora, pero al colocarse mensualmente se evitan los posibles olvidos que puede ocasionar el tener que tomar la píldora diariamente.
Los parches hormonales que se colocan directamente sobre la piel son también otra cómoda forma de anticoncepción hormonal.
Además de la píldora, el anillo y los parches –anticonceptivos hormonales que combinan estrógenos y prostágenos-, también existen anticonceptivos sólo a base de derivados de la progesterona, como las minipíldoras o el implante subcutáneo, con una duración de 3 meses.
2 – Métodos de barrera: el preservativo masculino
El funcionamiento de los métodos de barrera es sencillo: evitar que óvulo y espermatozoide lleguen a encontrarse. Para ello, puede utilizarse el preservativo masculino, que además de evitar el embarazo, ofrece una buena protección contra las ETS. Otra opción es el preservativo femenino: no estamos muy acostumbradas a él, pero ofrece la misma protección.
Por otro lado, existe también el capuchón cervical y el diafragma. Hay que tener en cuenta que estos sistemas no protegen contra las enfermedades de transmisión sexual, igual que los métodos llamados de barrera química -los llamados espermicidas y las esponjas vaginales.
3 – Dispositivo intrauterino (DIU)
El dispositivo intrauterino, comúnmente llamado DIU, es un pequeño dispositivo de cobre con forma de T que el ginecólogo introduce en el útero de la mujer y que no se suele cambiar hasta pasados 3 o 5 años.
El DIU es una opción segura, reversible y de larga duración, aunque no protege contra las enfermedades de transmisión sexual. Por todo ello, este método se suele recomendar a mujeres con pareja estable.
4 – Métodos naturales
Son los conocidos como calendario de Ogino-Knaus y método de Billing. Ambos detectan a través del ciclo menstrual y el flujo vaginal cuándo son los días más fértiles –en los que es más probable que te quedes embarazada- para no mantener relaciones sexuales durante esos días o bien hacerlo utilizando preservativo.
El resto de días del ciclo menstrual la probabilidad de embarazo es menor, pero sigue existiendo. Por este motivo, los naturales son los métodos menos efectivos que existen para evitar la concepción y por ello los menos aconsejables. De hecho, dos de cada diez mujeres se quedan embarazadas al cabo de un año de utilizar el método Ogino-Knaus. Además, ninguno de estos métodos protege contra las enfermedades de transmisión sexual.
5 – Métodos irreversibles: como la ligadura de trompas
En este grupo encontramos los métodos más efectivos para evitar el embarazo, pero también los que una vez elegidos, no tienen vuelta atrás. Es el caso de la ligadura de trompas, para las mujeres, o la vasectomía, para los hombres. Estos métodos están recomendados para personas que consideran que tienen definitivamente formada su familia y no desean tener más hijos.
6 – Contracepción post-coital o de emergencia
Los métodos de contracepción de emergencia sólo deben utilizarse en casos extremos, nunca como método habitual de anticoncepción. Algunas situaciones en las que será necesario recurrir a ellos es cuando ha habido relaciones sin protección, si el preservativo se rompe, o bien si éste se desprende dentro de la vagina.
Existen varios tipos de contracepción de emergencia, que si se utilizan correctamente dentro de los límites de tiempo que indica su prospecto, tienen una fiabilidad del 99%. Uno de los más conocidos es la “píldora del día después”. Los contraceptivos de emergencia no protegen contra las ETS.
Para todas las dudas que puedan surgirte sobre métodos anticonceptivos te aconsejamos que acudas a tu ginecólogo, él será quién mejor te recete un tratamiento a tu medida. Si necesitas soporte de algún tipo relacionado con el tema, puedes contactarnos.